Clase de Yoga

Me encojí de hombros, no conocía a nadie asi que me acerqué a el.- Mío.

Alcé una ceja.- ¿¿Quieres bailar conmigo??- Pregunte y la mire.- Bueno.. Vale.- Sonrei levemente, y empezamos a bailar el tango, mientras observaba a los demas.- Luego, cambiaremos de musica, y de aqui 5 minutos e de irme, asi que te lo dejare a ti, Marco, al mando de la clase.- El asintió, y yo sonrei.

Sonreí levemente, con timidez y comencé a bailar con el, estaba algo sonrojada debido a la sensualidad del baile.

Clave mi mirada en su rostro, en la su expresión. Sonrei levemente.- Parece que tienes calentura chica, ¿¿Estas bien??

- Si, sí ... profesor.- Dije cortada, debería haberme cojido a un desconocido con el me daba verguenza ... había cantado con él, tecnicamente había desnudado mi alma ante el.

La mire y sonrei. Alcé la cabeza hacia el reloj.- Esta bien, cambió de baile.- Empezo a sonar una salsa, sonrei y la mire, este baile era mas movidito. Mire a los demas, e ibamos cambiando de parejas.

Comencé a bailar con soltura, amaba la danza sobre todas las cosas, cantar solo era su acompañamiento.

Despues de un buen rato asi, me separe del grupo, y le di el relevo a Marco, me alejer, y fui a por mi mochila.

Continué bailando absota en mi mundo musical.

Sali de alli, derecho a la siguiente clase.

Al rato paró la música y salí de allí, no encontré a Matt y me extrañé, lo busqué por todos lados.

Marco se le acerco.- Si buscas a Matt, ya se a dio.- Le dije, y espero su respuesta.

- Jo ... - Puse cara triste.- ¿a donde ha ido?

- A su siguiente clase, en el aula de ahi al lado.- Dije, y me fue hacia su bolsa.

Súspire y entré al aula de al lado.

Cuando Martha llego, estabamos todos bestidos con un Kimono, los alumnos estaban tirandose unos a otros al suelo. Me gire hacia la puerta.- Que haces aqui??

- Me aburro ... no tengo nada que hacer ... ¿puedo pasar?

- Claro, adelante.- Dije, y me encamine hacia la clase. La gran mayoria eran chicos, pero habian unas cuantas chicas.

Entré y me puse en un hueco libre, dispuesta a matar la tarde.

La mire.- Quieres probar tu tambien??- Pregunte y la mire, sonriendo levemente.

- Claro ... no vengo a hacer de muñeca inflable precisamente.

La mire alzando las cejas, varios de los tios la miraron, y rieron levemente.- Ponte con ellas entonces.- Dije, y me gire hacia ellos, llame a uno de los chicos. Le pedi que pusiera su mano sobre mi hombro derecho.- Bien... Primera llave.- Dije, y rapidamente y al mismo tiempo, coloque mi mano izquierda sobe la mano que tomaba mi hombro, y con la otra golpeaba su axila, metiendo dos dedos dentro de ella. Luego doble un poco su muñeca, y coloque la mano derecha, despues de golpearla sobre la mano, doblando el codo, y poniendolo sobre el suyo. Los mire a todos.- Y aqui, bajad el codo.- Dije, y lo hice, el hombre se arrodillo y golpeo dos veces la lona.

Alcé las cejas.- Profesor no me discrimine por ser chica ...

Me gire hacia Martha.- Nunca hago las llaves a las chicas, ahi algunas que hacen daño, y otras que tocan y cojen por partes... que para un chico es mejor no tocar.- Dije y la mire.- Pero si quieres... Te la muestro de nuevo.

Le miré con tranqulidad, expectante, no me gustaba que me discriminarán por ser chica.